Tener una Porsche 911 GT3 RS nueva es un auténtico sueño hecho realidad para cualquier amante del motor. Sin embargo, ese sueño se convirtió rápidamente en una auténtica pesadilla para un desafortunado propietario en el estado de Washington, Estados Unidos. Pocos días después de sacarla del concesionario, esta increíble máquina terminó completamente sumergida en un río.
El triste destino de una joya alemana
Imagina por un momento que estás disfrutando de tu auto nuevo, una espectacular Porsche valorada en más de 250.000 euros, y de repente te encuentras atrapado en medio de un cauce de agua. Eso mismo fue lo que vivió este propietario. Las imágenes que circulan en las redes muestran la matrícula provisional de la Porsche, indicando claramente que era un vehículo recién entregado. Apenas había recorrido unos pocos kilómetros antes del lamentable accidente.
En las fotografías, que rápidamente se han vuelto virales, se puede ver cómo los equipos de rescate sacan cuidadosamente la 911 GT3 RS del agua, completamente empapada y cubierta de lodo.
¿Qué pasa cuando un vehículo de alta gama queda sumergido?
Para muchos podría parecer que, tras secarse, bastaría con arrancar el coche y seguir adelante. Pero en la realidad, especialmente cuando hablamos de autos de alta gama como esta Porsche, la situación es más compleja. Una vez que un vehículo queda completamente sumergido, es fundamental desmontarlo por completo. Cada rincón del coche debe ser inspeccionado, desde el sistema eléctrico hasta el motor y el habitáculo. ¿El motivo? La más mínima gota de agua que permanezca podría generar serias averías eléctricas, condensación en los vidrios, óxido prematuro y fallos constantes en diversos sistemas.
Conozco el caso de un amigo que, tras inundarse su coche en una tormenta, pasó semanas visitando mecánicos porque no dejaban de surgir problemas eléctricos inexplicables. Imagínate ahora la situación con una máquina deportiva de alto rendimiento como esta Porsche.
¿Tiene futuro esta Porsche 911 GT3 RS?
La buena noticia, dentro de lo malo, es que este tipo de vehículos, debido a su exclusividad y valor de mercado, suelen terminar en manos de coleccionistas o especialistas en restauraciones de lujo. Un vehículo así es tan deseado que alguien invertirá, sin duda, una buena cantidad de dinero y esfuerzo para devolverle su esplendor original. Probablemente veremos esta Porsche rodando nuevamente, aunque la reparación será costosa y compleja.
En conclusión, un desafortunado incidente convirtió el estreno de esta magnífica Porsche 911 GT3 RS en una auténtica pesadilla bajo el agua. Afortunadamente, gracias a los entusiastas y expertos en restauración, esperamos verla nuevamente en las carreteras, dejando atrás esta anécdota como un curioso (y costoso) recuerdo.
